Pablo Orleans -25/06/2012- Puede parecer una auténtica gilipollez. Puede ser que algunos digan que hay cosas más importantes en las que pensar. Lo sé, pero para eso ya están los eruditos de los temas macro y microeconómicos, solucionando los problemas del país con salvamentos europeos y demás familia. Por eso, ya que las cosas menos importantes las tocamos personas insignificantes, voy a hablar del opio del pueblo, es decir, de fútbol -más o menos-. En tiempos de Eurocopa, y tras varios partidos disputados, España se ha metido en semifinales. Hasta aquí todo perfecto. Cuatro partidos y La Roja está entre las cuatro mejores selecciones del viejo continente. Cuatro partidos con sus cuatro previas reproducciones del himno nacional español.
Un himno nacional español que se menciona por primera vez en la segunda mitad del siglo XVIII lo que, haciendo caso a wikipedia, lo convierte en uno de los himnos más antiguos de Europa. Aunque en sus inicios se llamaba Marcha de los Granaderos, popularmente se le conocía como Marcha Real, puesto que se interpretaba en los actos a los que acudían los reyes de la época, en ese momento Carlos III (el guapo).
Únicamente en tres momentos de nuestra historia reciente ha dejado de ser el himno oficial. Durante el Trienio Liberal (1820-1823), la Primera República (1873-1874) y la Segunda República (1931-1939), el himno de Riego sonaba en los actos oficiales del Gobierno español, sin Rey. En el resto de las épocas, la Marcha Real ha sido la que se ha reproducido en los diferentes actos oficiales españoles. También en los actos deportivos. Un himno que recuperó Franco tras la Guerra Civil pero que, como hemos visto, no creó él. Un himno constitucional en la actualidad que sustituyó al de Riego con la Dictadura y que, si lo hemos de aceptar, vamos a hacerlo bien.
No vamos a quedar mal delante de toda Europa porque no nos sabemos ni nuestro propio himno. Un himno que ha tenido varias letras pero que hoy no goza de una oficial y que nos hace parecer todavía más tontos. El simple hecho de sólo tener que tararearla y tararearla mal nos deja en muy mal lugar. Pues así es. Sólo tenemos que escuchar el himno en el próximo partido de la selección española ante Portugal (esta misma noche) para darnos cuenta (si tenemos algo de oído, no mucho) de que la mayoría de españoles que se suman al tarareo de su himno lo hacen mal.
Otra cosa será aquellos que crean que no debería ser el himno oficial español y que, supongo, ni lo tararearán. Pero aquellos que silban y gritan las notas al viento, joder...aprenderlo. Que no es tan complicado. Que los franceses se aprenden La Marsellesa y los italianos 'Il Canto degli Italiani'. Y no fallan. A mí, sinceramente, me gusta. Y me lo sé. Ahora, aquellos que vayáis a cualquier acto en el que pongan el himno nacional español y os apetezca tararearlo...por favor, practicadlo antes. Gracias.
Y si no...Siempre nos quedarán himnos con letras alternativas. He aquí una sugerencia(?):