Pablo Orleans -28/08/2012- En tiempos de cosecha, los agricultores se involucran con sus cultivos y los miman hasta el extremo. A principios del otoño, muchos son los emprendedores que ultiman su producción para otro año verde. Tratándose del huerto del Siglo XXI, los moralistas de siempre se oponen a una bonita planta de ambiental perfume a la que llaman droga. Y con su prohibición, lo único que hacen es fomentar las mafias, la violencia y el poder de bandas dedicadas al tráfico de esta planta que controlan gran parte del mercado mundial.
Hablar de marihuana es hablar de controversia. Prohibida sustancia en multitud de países (por no decir todos), el debate sobre su legalización parece tabú en algunas sociedades. A pesar de esto, países como Uruguay ya empezaron a sentar las bases para que esa discusión se llevase a cabo, presentando un proyecto de ley para legalizarla. Y es que, tratándose -según la ONU- de "la sustancia ilícita más utilizada en el mundo", quizá habría que pensar un momento en cómo podría cambiar el narcotráfico sin que este tipo de sustancias estuviesen prohibidas. Simplemente, desaparecería.
Al igual que la Ley Seca de principios del siglo pasado en multitud de países con trágicos desenlaces como en los EE.UU. de los años 20, las actuales políticas prohibitivas mundiales, lo único que fomentan es la formación de grupos internacionales organizados que extorsionan, asesinan y transportan la materia prima a todos los rincones del planeta, multiplicando el mercado negro con el que se lucran, obteniendo más poder.
Por no hablar de su uso terapéutico. La marihuana ofrece multitud de combinaciones para que enfermos con determinadas enfermedades pasen un final menos doloroso y más placentero o, aquellos con dolencias menos terminales, puedan pasar el día a día olvidándose del dolor.
Por eso, en época de cosecha, abramos un nuevo debate acerca de la legalización de la marihuana. De este modo, ni seremos cómplices de los actos delictivos de bandas organizadas, ni el futuro nos verá como una sociedad opresora que impide el libre disfrute de sus ciudadanos. ¿Por qué no? Nada debería estar prohibido...
Hola Pablo, no te falta razón pero sabes que solo es pura demagogia, las mafias, independientemente de la maria, caballo, coca, prostitución, etc etc, existen por si mismas y buscan su propio nicho,
ResponderEliminarMe apunto al Prohibido Prohibir, pero necesito saber que el 51% de los consumidores son conscientes de los efectos en la vida cotidiana(trabajo, conducción, etc) y acutan en consecuencia.
Me gusta bastante lo que escribes, un abrazo.
Juan Carlos
Hola Juan Carlos,
ResponderEliminarPero, si muchas de esas cosas que enumeras estuviesen permitidas y reguladas por los gobiernos, ¿para qué iban a existir las mafias? Si sobreviven es porque hay vacíos de cosas no permitidas que ellos están dispuestos a ofrecer a la sociedad, porque la sociedad las demanda. La realidad es que, legales o no, las drogas están en la calle y al alcance de la mano de cualquiera que se pueda interesar un poco en conseguirla, y no me refiero a las puertas de los colegios.
Además, la experiencia dice que cualquier cosa prohibida es mucho más atractiva para el que se la niegan. En la actualidad conozco mucha gente de mi edad (y alrededores) que no fuman tabaco y antes lo hacían. Quizá porque cuando empezaron a fumar, para ellos estaba prohibido, y ese morbo le gusta, sobre todo, a la gente joven.
Acerca de la consciencia de los consumidores de marihuana sobre los efectos de ésta en la vida cotidiana... Cierto, pero ¿y aquellos que beben alcohol y cogen el coche o trabajan con unos cuantos carajillos en la obra en un andamio a 12 metros? ¿El alcohol sí y la marihuana no? Esto sí creo que es demagógico... Y ¡¡ojo!! No estoy animando a la gente a fumar marihuana ni beber alcohol (cada uno que haga lo que quiera. Creo que ahí radica el problema, que algunos no pueden hacer -si no es a escondidas o con cautela- lo que quieren)
Creo que, sin ser fumador de marihuana, hay que poner en la misma balanza unas drogas y otras, las permitidas y las que no... Y creo que en este caso, se está siendo injusto con María...
Saludos!!