Pablo Orleans -01/08/2012- Dos años. 731 días desde el más confuso despertar. Un verano que nos marcó a todos, que nos marcará siempre. Un agosto que arrancó de raíz la fértil adolescencia y nos devolvió a la más cruda realidad. Aquel día, aquella noche en especial, algunos presentimos algo. Fue una sensación extraña la de aquel final de julio. Mareos imprevistos que obligaban a tomar el aire, pandilla unida separada. Algo no iba bien. Marcas en la pared de un baño cualquiera adelantando la fecha, como inconsciencia del futuro que nos iba a despertar con un mazo gigantesco y una losa difícil de levantar.
Para mi, estos dos años han sido diferentes, créeme. Dos años en los que cada palabra, cada gesto, cada persona, cada rareza que intentaba asemejarse a ti sin conseguirlo, me recordaban tu presencia. Pero este último año, un año complicado en todos los sentidos, un año difícil para mí, un año de tiempo y de recuerdos, un año de nostalgias con sus ecos, ha hecho que aprendiera de la vida, que aprendiera de ti y tu forma de concebirla. He soñado con llegar a tener tu felicidad inherente, he buscado en mi interior para saber capear el temporal a tu manera, por mantener esa sonrisa constante en tu boca. Nunca llegaré a conseguirlo, pero el simple hecho de intentarlo hace que siempre estés muy cerca de mí. Que siempre me ayudes en mi caminar.
Porque has tenido mucha gente que te ha querido y te sigue queriendo y recordando. Porque dejaste un vacío grande en muchos de nosotros, tus amigos de Ayerbe que, a través de este escrito conjunto, hemos querido expresarnos y dedicarte un pequeño homenaje. Porque, de una u otra forma, siempre estarás con nosotros, amigo Arturo.
"Es la primera vez que te escribo, porque yo no soy mucho de creer en ciertas cosas y quién sabe si sabrás de esto, pero no hay día en que no piense en ti o de pronto no me encuentre hablándote en mi cabeza, supongo que más por mí que por si me escuchas. Porque, aunque suene extraño y haya quien no entienda, con tantas risas, cartas y nervios adolescentes, has significado tanto para mi… A veces me duele pasear por ciertos lugares y hasta parece que los evite, pero me alegra tanto tanto tanto haberte conocido que el dolor me da una tregua para escuchar tu risa en mi cabeza, pues la recuerdo cada día como un ejercicio de colegio que se hace para no olvidar algo aprendido, porque querido Arturito, te quiero un montón"
Sònia.
"En el momento en el que me dieron la terrible noticia sentí desconcierto, incredulidad, y un enorme nudo en el estómago que me acompañaron durante varios días. Conforme se acercaba el día de tu despedida, fui aceptándolo y me invadió la tristeza. Ese duro día te dijimos todos juntos “Hasta luego amigo, hasta siempre Arturín”. Han pasado ya dos años, y te sigo echando de menos, pero cuando pienso en ti me contagias tu felicidad, y recuerdo con una sonrisa en la cara las partidas de futbolín, nuestros capazos, las tardes en el Rincón jugando cuando éramos pequeños,… Fuiste, eres y siempre serás una gran persona y un gran amigo. Nunca te olvidaré"
Andrea Salinero.
"Aunque han pasado dos años sabemos que de algún modo estás entre nosotros. Porque a los importantes siempre se les recuerda, seria difícil escribir tan sólo cinco líneas porque son muchos los momentos en que es imposible no recordarte, yo que soy visitante esporádico tengo miles. A nivel particular, en los brindis (sobre todo con Torry, que son muchos) sin decir nada, al mirarnos sabemos que van por ti, y al ir al Embudo vemos ese barril a modo de mesa y más de uno pensamos en jarras y chupitos…, y ni que decir que estoy seguro que todos los ceneienses cuando por el motivo que sea se toman un cortado o café a deshora les es inevitable que se les escape una sonrisa agradable por tu memoria, será que nos contagiaste algo. Gracias Arturo"
Sergio.
"De repente sonó el teléfono, cuando lo cogí, tú ya no estabas, te habías ido, ido para siempre. Dos años han pasado desde aquel momento y verano tras verano, he esperado volver a verte, para recordar aquellas noches en Murillo donde los chupitos se hacían infinitos, o aquellos chupinazos de San Lorenzo donde comprabas camisetas secas para que no tuviera frío. Amigo mío, dos años han pasado, pero en mi recuerdo el tiempo no te ha borrado"
Andrea Asensio.
"Arturo, Arturo. Todavía sigo esperando que aparezcas por la piscina, por Lazcorra… Que sea la noche en que llegas y nos hagamos que vamos pedos para intentar que tú lo vayas de verdad. Que sea una de esas horas después de comer y te tomes una caña. O casi la hora de cenar y decidas tomarte un cortao con cacahuetes. Titiritití...Siempre peculiar, siempre tú. Ojalá todos supiésemos ser así, nosotros mismos, sin que nada del exterior nos afecte, sin que nada ni nadie nos cambie. Grandes de corazón y con mucho sentido del humor. Dispuestos a hacer reír al que más lo necesite, sea la hora que sea.
Gracias por enseñarnos tanto. Amigo, volveremos a vernos.Te quiero"
Carlota.
"Era un día normal de agosto en el camping donde trabajaba, el cual estaba abarrotado de gente, el trabajo nos agobiaba y casi no nos dejaba respirar en un continuo ir y venir de personas... Hasta que el teléfono sonó y llegó aquella noticia a mis oídos. Entonces dejé de escuchar el murmullo que había en el restaurante, las risas de los niños que jugaban a mi alrededor... Todo se paró y un escalofrío invadió todo mi cuerpo... Me acosté aquella noche deseando con todas mis fuerzas que todo hubiera sido una pesadilla, pero al día siguiente la cruda realidad me despertó.
Pienso a menudo en ese día y a partir de ese momento nada ha vuelto a ser igual. Aunque tu ausencia me sigue doliendo, tu sonrisa permanece en mi memoria"
Julia.
"A veces, expresar con palabras lo que sientes cuesta... Desapareciste de repente de nuestras vidas, un extraño sábado 1 de agosto en el que horas antes te habíamos recordado. Creo que todos nos hicimos la misma pregunta, por qué tú?? Mientras una ola de vacío nos inundaba. Porque no te olvidamos, y jamás lo haremos. En el día a día de cada uno, en cada fiesta, en cada Navidad, en cada verano...estás.
Porque con tu sonrisa contagiabas alegría, risa. Porque eras especial. Porque recordarte es sonreir, aunque una lágrima recorra la mejilla. Porque fuiste un gran amigo. Gracias por haber formado parte de nuestras vidas y seguir haciéndolo"
Te queremos Arturín.
...
"Hoy hace dos años que nos dejaste, parecía que no era cierto, que ibas a aparecer, como todos los agostos hacías. Durante este tiempo has sido la persona a la que me he encomendado cuando un examen lo llevaba fatal y necesitaba algún milagro, y por cierto me has ayudado.Nada más Arturín, aprovechar para saludarte de nuevo y decirte que estés donde estés no cambies nunca"
Hasta siempre amigo.
Luis.
Esto, amigo, es una pequeña parte de todo lo que nos dejaste. Tu recuerdo sigue vivo entre todos nosotros, aquellos que nos hemos expresado en estas breves líneas y aquellos que no. Gracias por habernos dedicado tu sonrisa y tu amistad. Gracias por haber sido Arturín hasta el final.
familia Arenas Salcedo:
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros el recuerdo, el cariño y el amor hacia nuestro querido Arturín, que como bien decis era especial.
Gracias por haber contribuido a su inmensa felicidad y buen humor que le caracterizaba.
Seguro que esté donde esté nos lleva en el corazón a todos con una gran sonrisa.
Un beso a todos los que le quereis.
Un beso a todos vosotros también.
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