Pablo Orleans -10/12/2013- Cuando una monarquía hereda una dictadura. Cuando un Rey ocupa el puesto de un dictador. Cuando nada se sabe, mucho se oculta, nada es lo que parece. Cuando se alega a la neutralidad para la estabilidad de un país. Cuando una dictadura se camufla en la Corona. Cuando las libertades del siglo XXI siguen inertes en España. Cuando se roba y no se condena. Cuando se elije por la gracia de Dios. Cuando se esconde bajo la alfombra la mierda de tantos años. Cuando España pierda el miedo y hable alto y claro. Como lo han hecho en Francia, como lo hicieron antaño. Sin guillotinas ni horcas, sólo el pueblo, alzando la voz. Diciendo lo que queremos, que no es más que un Jefe de Estado electo. Sin dedos, sin peloteos. Que el próximo que ocupe el trono, lo haga sin corona. Que aquel que lleve el bastón de mando gane en las urnas. Que no por el simple hecho de haber nacido, seas el dueño y señor y nadie te tosa. Que España de un paso y progrese de una vez por todas. Que es de siglos lejanos creer en Dios y en Coronas por encima de todas las cosas.
Que si no vuelve la tricolor, como emblema de justicia; si no sustituye el morado a un rojo de la actual; si no cambiamos el himno o el escudo como insignia; que por lo menos cambiemos nuestra forma de pensar. Que ya han sido muchos los años que han estado al poder. Que somos muchas las voces que queremos que haya un cambio. Que, por lo menos, podamos elegir, decidir, ser dueños de nuestro futuro. Y si monárquicos todos, creéis que la monarquía perdurará por los siglos de los siglos, cedernos a los utópicos pensadores de la libertad una sola oportunidad. Que sea España quien decida, para bien o para mal. Que si han de ser los Borbones, por bendición divina, los que sean elegidos o ha de ser un señor que, sin haber nacido tocado por la mano de Dios, sea el que nos gobierne, que no sea un imperativo, sino una decisión laudable. Que haya que cambiarse lo que haya que cambiarse. Una Constitución que necesita reformas a conciencia. Pero que si alardeamos de vivir en un país democrático en pleno siglo XXI, debemos comportarnos como ciudadanos demócratas en pleno siglo XXI.
Basta ya de mentiras, de opacidad, de corrupción. Hablemos alto y claro. Hablémonos sin tabúes, sin reprimendas, sin rencor. Simplemente hablemos, como personas civilizadas, en un mundo desconocido donde la ley no manda. Pongamos sobre la mesa la eterna cuestión silenciada. Y que sea el pueblo el que decida. Yo abogo por la III República, porque así lo creo. Y si tú opinas lo contrario, te respeto y te escucho, pero deja que entre todos hagamos un país mejor. Pero que no sea lo que Dios quiera, sino lo que los españoles decidamos. Que ya nos toca, después de tantos años.
A continuación os dejo un vídeo muy recomendable para todos. Un reportaje realizado por la Televisión francesa que nos enumera muchos de los elementos de la Corona Real española. Casi una hora de grabación que no se ha emitido en España y que nos puede ayudar a pensar sobre la cuestión de decidir por nosotros mismos.
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