Pablo Orleans - 18/10/2010 - Me acaba de llegar por Twitter la esperanzadora noticia de la ausencia de poder. Silvio Berlusconi, Primer Ministro de la República italiana, ya no es el que era...o eso parece. Todo tiene un principio, todo tiene un fin. Todos los imperios cayeron, todos los emperadores perdieron su poder (o murieron). El caciquismo siempre termina y los dictadores acaban sucumbiendo...
Pues algo parecido le está pasando al amigo Berlusconi que, ante un reportaje que la RAI -o Radiotelevisión pública de Italia- quería emitir esta misma noche sobre 'Il nonno' -o sobre alguno de sus negocios en la oscuridad-, en un desesperado intento porque ese trabajo de investigación no viese la luz, no ha podido más que resignarse a que el pueblo italiano vea, "en su propio canal", algunos de los movimientos que nunca se suelen conocer de los granes líderes políticos que nos representan (y manejan).
Un Berlusconi que, con ejemplos como éste, comienza a dar muestras de flaqueza. Un Berlusconi que a sus 74 añazos está dejando de ser el hombre que aterraba en italia, que se imponía en Italia (y hasta fuera de sus fronteras...), para dejar paso a que la naturaleza haga su trabajo, lo convierta en una persona normal de su edad, señor mayor que se pasea por las plazas de las ciudades, por los parques de los pueblos con sus nietos o que va a comprar el pan y el periódico los domingos por la mañana. Sinceramente, ya no veo a Silvio metido en debates políticos (no porque no se sepa desenvolver, que estoy seguro que mejor que la mayoría), no lo veo en 'mítines' ni en maratonianas jornadas de apariciones políticas. Espero que don Berlusconi se retire a un país caribeño a pasear por la playa y a vivir plenamente como no lo ha hecho en su larga carrera política. Que se compre un modesto pisito en, por ejemplo, Antigua y Barbuda y pase allí los años que le queden de vida.
Fuente | El País
Más información | El País
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