Pablo Orleans -11/01/2011- Tras haber aterrorizado con sus actos al pueblo español, tras haber dejado tras de sí un reguero de muerte, sangre, lágrimas y destrucción a su paso y tras haber perdido la razón en una guerra injusta e improcedente con excusas injustificables y objetivos arcaicos, ETA (Euskadi Ta Askatasuna) comunicó, en la mañana de ayer a través del Diario Gara, la proclamación de "un alto el fuego permanente y de carácter general". No me lo creo.
Se acercan elecciones y ETA ha demostrado durante muchos años que no se puede confiar en sus declaraciones. Los que han buscado durante más de medio siglo un objetivo mediante la violencia, no pueden conseguir que, por un comunicado en el que no prometen ni ofrecen nada, puedan llegar a estar representados en las Cortes.
Ahora toca esperar y pensar que, un buen y soleado día, la banda terrorista ETA dé por finalizadas sus acciones sangrientas y busque su objetivo independentista por una vía racional y pacífica. Ese será un gran día y el sol brillará lustroso en el cielo. De momento, los nubarrones siguen agazapados tras las montañas, esperando a que el acechante viento les acerque a los tejados o les aleje para siempre y de una vez por todas.
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