Pablo Orleans -05/03/2012- Son los mayores organizadores de guerras del mundo. Son los máximos estrategas en el arte de culpar a los que anteriormente han sido sus clientes. Eruditos del engaño, la santurronería del mayor cesarismo de nuestro planeta no tiene fin, ni vergüenza. Si bien es cierto que en el conflicto iraní hay que hacer algo, las formas de hacerlo del gobierno americano no son las adecuadas. ¿Por qué? Porque aquellos que han sido capaces de vender armas a terroristas, que han sido capaces -y conscientes- de formar en la batalla a futuros enemigos o que han basado ataques y guerras en meras especulaciones, no pueden andar ahora investigando quiénes son los culpables de que Irán tenga infinidad de armas.
Y es que, según una información de la Cadena SER, "EEUU pide permiso a España para realizar operaciones encubiertas contra la venta de armas a Irán". Patético. Ahora, los estadounidenses buscan culpables de lo que ha sido su mayor negocio: La venta de armas a potencias de dudosa intención. A EEUU se le acaban los recursos y, al parecer, le sale competencia. Su monopolio armamentístico está siendo atacado, según el gobierno Obama, por "una red criminal internacional de tráfico de armas", por lo que el intento de enviar Agentes Especiales Secretos a Madrid parece más un intento de acabar con su competencia que de encontrar una solución real al problema con Irán. Juzguen ustedes mismos. Para mí, pura hipocresía yanqui.
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