Pablo Orleans - 06/03/2010 - El pasado jueves, 4 de marzo de 2010, se publicó en el B.O.E. la nueva Ley del Aborto después de que el Rey Don Juan Carlos I la sancionase y vaya a ser aplicada en verano. La ley, que vela por los derechos de las mujeres, ha supuesto la movilización de todos los sectores más conservadores de la sociedad española y de la derecha más radical, tachándola y equiparándola al nivel de asesinato. Ciertamente, tras toda esta movilización está la Iglesia Católica, una organización sectárea afincada en el siglo I después de Cristo -y 'renovada' desde hace casi 50 años, allí es nada...- que ha intentado, mediante numerosos medios, la paralización de una Ley necesaria que hace que la política social y de igualdad siga progresando en un país en el que por desgracia llevaba 40 años paralizada. Hoy, los discípulos de quienes la impedían progresar hace unas décadas no muy lejanas -a la política de igualdad y libertad-intentaban impedir un derecho fundamental para la mujer. Unos discípulos que, independientemente del sexo que tengan, han heredado el machismo tradicional de la sociedad y que, además, son los mismos individuos/as que al aborto lo llaman asesinato y a la tauromaquia la llaman tradición, hay que joderse.
Pero ustedes podrán pensar: "Este tío se contradice. Por un lado está catalogando la tauromaquia de maltrato animal y asesinato y por otro consiente el aborto". No se confundan. En la tauromaquia, los toreros, banderilleros, rejoneadores o picadores maltratan a un animal por puro gozo y morbo, además de por dinero, mucho dinero. El aborto -en estas condiciones nuevas- es una ley que garantiza a toda mujer -mayor de 16 años- la libertad de elegir cuándo tener o dejar de tener un hijo. Gracias a esta ley, muchas mujeres podrán decidir sobre su vida y sobre la vida de su hijo, sin presiones de ningún tipo y atendiendo a razones que, los que la critican, no pueden -seguro- llegar a entender.
Y es que, para criticar sin complejos a todas aquellas madres que, por unos u otros aspectos, han tomado la decisión de abortar, hay que saber muy bien los motivos por los que una madre ha tomado esa decisión. Hay que respetar a toda mujer que tome una decisión de estas características, ya que ella (y nadie más) va a ser la primera afectada. Es por eso por lo que es necesario apoyar una ley de estas características. Porque si ya debe ser muy complicado para una mujer tomar una decisión tan difícil y dolorosa como la de abortar y no poder tener un hijo, más complicado se torna cuando esta mujer lo hace por circunstancias ajenas. No se le debe obligar a dar una razón, al igual que tampoco se le puede obligar a tomar partido por uno u otro grupo político.
No quieren dar su brazo a torcer. Desde la Iglesia Católica, que amenazó con excomulgar a aquellos políticos que apoyasen la ley del aborto y que presionó al Rey para que no la sancionase, hasta la derecha más conservadora que, junto con plataformas 'provida', han organizado una movilización nacional para protestar contra la Ley este domingo, van a seguir intentando frenar una de las propuestas más polémicas de la política actual. Una Ley que vela por los derechos de las personas y que, para nada, atenta contra la vida. Estos grupos, lo que intentan, es que sigamos inmersos en un mundo en el que la igualdad no existe y en el que la religión manda sobre todas las cosas. Pero eso ya no es así, gracias a Dios...
Imagen | Manel F
Ah, los provida. Son caso pérdido, créeme, estoy suscrito a HazteOír.org y las risas están aseguradas, pero es como darse de golpes contra una pared.
ResponderEliminarLa ley no obliga a abortar a nadie. Es una opción más necesaria para la sociedad y para las madres que no quieren o no pueden tener un hijo. Nadie se entromete en la vida de nadie, es una decisión personal, y punto. Pero, amigo, la Iglesia no acepta que se piense libremente. Eso es pecado.
Mañana manifestación en Madrid, otra más. Así son ellos, que durante ocho años de mandato popular no se movilizaron. Pero, eh, que no intentan obtener réditos políticos, qué va, que es todo muy altruista por la vida.
Su lema es "Por la vida". Que se lo hagan mirar, consiguen el efecto contrario: a mí cada vez que les escucho me entran ganas de morir.