Un culé en el seno aragonés

Pablo Orleans - 24/03/2010 - No hay nada como ser aficionado a un equipo de fútbol y residir en una ciudad en la que ese equipo (tu equipo) no tiene la fuerza que tiene el equipo local de la ciudad, como es lógico.  Si este caso, además, te pasa en Zaragoza, tú eres culé y, el Real Zaragoza y el Barça juegan a la misma hora en campos distintos y fuera de casa, la cosa se complica bastante para ese aficionado azulgrana. Por enrevesarlo un poco más, si el partido de tu equipo, en este caso el Barça, y el de esa ciudad en la que resides, en este caso el Zaragoza, juegan el partido en canales de pago (y tú, como estudiante en tiempos de crisis no tienes contratado ese canal), la hazaña anterior por ver al conjunto de tus amores se torna misión imposible y tienes que volver a casa, harto de mirar por bares, ponerte la radio y seguir, el partido por Carrusel Deportivo.

Pero en cierto modo lo entiendo. Primero, porque es normal que en una ciudad en la que el equipo de fútbol juega en la máxima categoría del país, lo lógico es que tenga más seguimiento que otros equipos de España. Más aún si el equipo tiene la tradición histórica del club maño.

Pero es que, el tema entre Aragón y Cataluña, que nunca ha estado bien, ahora está mucho peor. Hasta a mí me están cansando los catalanes con lo de la Corona de Aragón. Pero al tiempo me jode, me rejode si cabe, no poder ver al equipo que he seguido desde pequeñito porque en todos los putos bares de la Capital Mundial del Cierzo están los malos del Zaragoza perdiendo ante el Almería. Bien se vale que, en este momento, el Zaragoza y el Barça no suelen jugar en los mismos horarios. Al Barça le reservan los horarios de los equipos buenos, mientras que a los aragoneses les toca jugar a menudo en la hora de los mediocres, es decir, las cinco de la tarde del domingo.