"El descenso de abortos no es buena noticia si se debe a la píldora del día después"
María Ángeles Palacios, Consejera de Sanidad y Consumo.
Me sigo sorprendiendo cada día. Pensaba que el ser humano iba mejorando conforme pasaban los años, los lustros, las décadas...pero no. No progresa y lo que más me aturde y cabrea soberanamente es que, no sólo no progresa y va hacia adelante, sino que cada vez se está estancando más en los malos hábitos del pasado. Mal que me pese, y a pesar de estar convencido de que la Iglesia Católica es un enfermo terminal que en cualquier momento dirá adiós a este país cruel y agnóstico, desobediente y alocado, pecador y vicioso, sigue teniendo a día de hoy una relevancia cuanto menos alarmante. No porque en diarios como 'La Gaceta' o en canales como Intereconomía, ambos hermanos de padre y, por supuesto, como buenos católicos apostólicos y romanos también de madre, aparezcan claras referencias a la Institución de tito Rouco o existan secciones creadas expresamente para informar a los fieles o fidelizar a los infieles, no. No porque sigan creyendo que estamos en el siglo V d.C. y hay que prohibir el incesto y perseguir a las brujas, no. Sino porque cada vez que alguien de la Iglesia abre la boca, todos tienen la 'obligación' de dar explicaciones a diestro y siniestro. Pero ése es otro tema.
Ahora, lo que me faltaba. Que la Consejera de Sanidad y Consumo, la señora María Ángeles Palacios afirme, con total rotundidad que "el descenso de abortos en España no es una buena noticia si se debe a la píldora del día después" clama el cielo (y nunca mejor hilado...). Quién coño es esta señora para decir lo que es o no una buena noticia. Que prefiere doña consejera, ¿que haya muchos niños indeseados en este país? o ¿prefiere que los orfanatos españoles estén sobrecargados de pequeñas criaturas con un futuro incierto? Creo que estamos en una época de libertades, de decidir cada uno su vida. Creo que ni tú, señora consejera, ni yo, podemos decidir que es una buena o mala noticia acerca del aumento o disminución de los abortos. Mientras no sepamos cada una de las historias que hay detrás de cada aborto, de cada píldora del día después y de cada niño en un orfanato, mientras no sepamos la situación de cada uno, no podemos opinar. Así que dejemos de una vez que cada uno haga lo que quiera con su vida, con su cuerpo. Y por qué no, dejemos que cada cual tome su determinación en lo que refiere a su propia vida.
Dejemos de lado los pensamientos arcaicos, estancados en el pasado. Será mejor que dejemos que cada uno afronte su vida a su manera mientras no haga ningún daño a sus seres queridos y legalmente seres humanos. Dejemos que quien quiera acabar con su vida porque ya está muerto en vida, lo haga. Dejemos de decidir por situaciones que no conocemos, de las que no sabemos nada y que no sufrimos. Dejen de meterse en la vida de los demás, que desde que están perdiendo el poder que tenían en los años de represión intentan evitar el progreso en este país, y no lo conseguirán. Aún así, me sigo preguntando, ¿en qué jodido siglo vivimos?
Más información | La Gaceta
"... ¿prefiere que los orfanatos españoles estén sobrecargados de pequeñas criaturas con un futuro incierto?"
ResponderEliminarEntiendo entonces que, para ti, para que eso no ocurra, lo mejor es MATAR a la criatura que aún no ha nacido. Menudo planteamiento...
Eso va más allá que hacer con tu vida y cuerpo lo que te de la gana. Eso es acabar con la vida de otro.
Perdona, pero estás resumiendo en una frase interesada y sacada de contexto toda una reflexión en la que lo único que digo es que ni esta Consejera ni nadie puede entrar a valorar que si los abortos decrecen debido a la píldora del día después no es una buena noticia. Ni ella, ni tú, ni yo podemos decidir acerca de la situación personal de nadie. Pero, además, con esa frase, lo que digo es que prefiero que un 'feto' no llegue a ser un ser humano si va a malvivir y sufrir una vez que nazca. Prefiero atajar el problema de raíz, cuando todavía se está a tiempo y está permitido por una ley que, mal que a muchos pese, sigue en pie (y espero que muchos años).
ResponderEliminarUn saludo.