Pablo Orleans -08/05/2012- Puede que con esta entrada me lluevan hostias dialécticas de todo tipo. Puede que muchos me critiquen defendiendo el gran desahogo económico de una de las aplicaciones para dispositivos móviles más revolucionarias de los últimos tiempos, pero lejos de lo que pueda parecer, y basándome en experiencias vividas, el famoso WhatsApp es asocial.
Perfecto para saber de los demás sin gastarte un euro, algo necesario para darles por el ojete a las grandes compañías telefónicas, el WhatsApp ha pasado de un instrumento útil para nuestras relaciones sociales a un elemento llevado a su extremo por la gran mayoría de sus usuarios, convirtiendo su gran labor en un arma de doble filo que elimina, en muchos momentos, el objetivo inicial.
Sustituto 2.0 de los anticuados sms como lo fueron los discos compactos (CD's) de los casetes -que lo fueron de los vinilos-, el DVD del VHS o el típex de cinta de aquellas engorrosas brochas iniciales pero asombrosas, el WhatsApp aparece como el elemento perfecto para poder quedar con familiares y amigos sin necesidad de desembolsar nada por el servicio. Una aplicación que, llevada a su habitual extremo, consigue darle la vuelta a su propósito y conseguir que, personas que utilizaron la aplicación para quedar en un sitio en concreto, dejen de interactuar entre sí para hablar a través de este invento con personas ajenas al grupo o, el summúm de su expresión, entre ellas.
Abducidos por la pantalla táctil, los individuos en torno a un velador enmudecen y agudizan el oído esperando que la señal de alarma whatsapp les avise de un nuevo comentario. Un virus pandémico que está avanzando con velocidad por todos los rincones del planeta y poniendo en peligro algo esencial para nuestras vidas. Las relaciones sociales necesitan de interacción física en el que las risas suenen, las lágrimas mojen, el estornudo salpique, existan las miradas y las sonrisas no sean emoticonos ;-). Avancemos, claro que sí, pero avancemos con coherencia y manteniendo intacta una de las pocas cosas que todavía nos quedan para seguir siendo humanos, las relaciones personales.
las relaciones humanas han muertoo tioo,la vida ahora es virtual!Yo por ejemplo soy una memoria ram jajajaj
ResponderEliminarEstoy 100% de acuerdo contigo. Es una lástima, ver como estas con alguien y sentir estar sólo. Ha destrozado las relaciones personales
EliminarTienes toda la razón. Ahora las relaciones personales tienen última conexión...
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