Pablo Orleans -17/03/2011- Las tropas de Gadafi aprietan. Los insurgentes resisten aunque con poca moral y cediendo terreno. El conflicto continúa en dos escenarios clave. Uno más que otro. Ajdabiya, la puerta del territorio 'rebelde' del oeste, se desfragmenta poco a poco tras los continuos bombardeos del ejército 'gubernamental' que ya ha caído. Mientras tanto, Misrata, una ciudad rodeada de enemigos, se defiende con dificultad mientras la ofensiva de los continuistas persiste en su intento de coleccionar ciudades bajo control. Entre tanto bullicio, entre bombas y tiroteos, los revolucionarios esperan con ansiedad la llegada de ayuda internacional. Su armamento escasea, sus fuerzas flaquean y su moral está, cada día, más minada. Con la soga al cuello, los insurgentes prendieron la mecha. Ahora, la ayuda internacional debe actuar.
Libia tiene todas las de perder. Foto | El País |
EEUU no se decide. La ONU alarga la espera. Mientras tanto, las muertes aumentan, el miedo sigue su proceso entre la población civil y la tensión se acrecenta en ambos bandos. La situación se complica. Por su parte, el ejército de Muamar el Gadafi va a intentar aprovechar las indecisiones internacionales para completar su conquista con éxito, confirmando un final previsible en los últimos días. Por otro lado, los insurgentes se aferran a la victoria esperando en precarias condiciones y defendiendo sus posiciones con 'armas de fogueo'. Todos saben que la dubitativa decisión internacional puede ser clave para sus intereses. Todos aúnan fuerzas para conseguir sus objetivos. Mientras unos amenazan a la comunidad internacional con desestabilizar el mediterráneo para impedir actuaciones ajenas en Libia, otros piden a gritos socorro ante lo que podría ser un baño de sangre.
Y es que, como no lleguen ya las ayudas, los que lo van a hacer son los pupilos del dictador libio que advierte que esta misma noche Bengasi puede caer en sus manos. Así, el líder ha confirmado que, de entrar en el seno, en el fortín de la revolución libia, donde todo empezó, no va a tener piedad con la resistencia a quién llamó "hijos de los perros, los traidores que nos han colocado en esta situación". Mientras tanto, la ONU debate y decide. Mientras tanto, las tropas de Gadafi avanzan. Mientras tanto, los insurgentes aguantan la lluvia de misiles. Mientras tanto Libia, y sólo Libia, es la que tiene todas las de perder.
Imágenes | El País Fotogalería
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