Asesino knino: ¿imitadores cobardes?

Pablo Orleans -04/03/2011- Lamentablemente, las malas acciones se repiten con asiduidad. Los hechos del Asesino Knino (o no, éste hace más de un año que está vigente) se están sucediendo en la red de internautas. Los cobardes que no saben cómo desgastar sus fracasos y frustraciones personales ante los demás lo demuestran con actos viles hasta la saciedad en vídeos como el que, a continuación, os mostraremos su enlace. 

El maltrato animal debe acabar de una puta vez. Y lo debe hacer porque pagar tus derrotas humanas (si se puede llamar así a este tipo de gentuza) con animales inocentes que sufren las consecuencias de tus fracasos supone un acto vil y de tal cobardía como para no merecer el respeto entre los iguales de tu especie. Maltratar hasta la muerte (o no) a seres indefensos e inocentes como animales que demuestran un cariño ejemplar hacia el 'propietario' al que pertenecen debe terminar ya. Y debe hacerlo de una forma legal, racional y acorde con la ética de quienes nos gobiernan. Esa panda de aprovechados que, en cada país, nos hacen pasar por mil y una putadas, aquellos que tanto nos quieren de cara a los comicios y que luego nos rehúsan, nos olvidan y nos obvian de una manera tan odiosa, esos políticos que, aquí en España, tanto nos van a querer de aquí a mayo, que se apliquen un poco el cuento, que se pongan el mono de trabajo y que, si no saben torear una crisis económica como la existente, hagan lo posible por hacer de éste un mundo mejor, una sociedad civilizada en la que el asesinato animal está muy bien justificado y muy mal penado.

Y es que, como este caso, muchos más circulan por la red con la aprobación de seres inhumanizados, poco agradecidos y despiadados, equiparando esta situación a la de un holocausto inconcebible como el que se vivió en nuestro planeta hace ya sesenta y pico años. Que el Código penal para estos cabrones cambie; que la forma de ver las cosas en nuestra asquerosa sociedad cambie; que el maltrato animal termine. Y que el maltrato animal termine en todos los lugares. Desde el gratuito en la seguridad y calidez de una casa cualquiera hasta en un ruedo, en una plaza de toros a rebosar de personas sedientas de sangre. No me valen ni tradiciones ni gilipolleces de ese estilo. Si por eso fuera, también el garrote vil fue tradición en la España franquista y anteriores; la quema de cristianos fue tradición durante siglos; o la guillotina lo fue en Francia durante décadas. El derecho a la vida para todos. el derecho a una muerte digna para todos. Sin sufrimiento, tanto los toros, los animales 'perdidos' o la propia especie humana, todos debemos tener el derecho a  terminar con nuestra vida dignamente. La muerte gratuita de seres debe terminar del mismo modo que lo han hecho otro tipo de muertes incomprensibles en la historia.

Como especie humana debemos progresar, y debemos hacerlo por el simple hecho de hacer mejorar lo ya conseguido, tanto a nivel físico como mental. La generación de nuestros días debe dar ejemplo de respeto y cordura a las generaciones venideras. Y debe hacerlo desde un punto de partida común: el respeto a todas las especies del planeta, seres humanos, animales, plantas y, por supuesto, a seres inertes. Poco a poco, esta sociedad de mierda se está cargando el planeta. Esta sociedad basada en el poder momentáneo sin importar el legado a los próximos pobladores del globo me parece una auténtica autodestrucción. El ocio debe ir separado de la derramación de sangre como los festejos romanos en anfiteatros dejaron de hacerlo hace siglos. 

Y hay que plantearse una cosa: ¿Queremos dar este ejemplo al futuro? ¿Ejemplo de una sociedad arcaica, basada en las tradiciones, pisoteando la moral que tanto nos caracteriza y de la que tanto alardeamos? Piensen un poco todos, políticos, no políticos y gente de a pie, como yo. No me gustaría que mis descendientes, si es que algún día puedo tenerlos, viesen que, en un tiempo no muy lejano, la sociedad que habitaba este planeta involucraba la salud del globo por sus propias y míseras ambiciones. No me gustaría pensarlo. Luchemos por una causa justa. Limpiemos esta sociedad de basura -mediante la ley, esa ley que debe cambiar sí o sí para el bien de todos- y convirtámonos en una población que respeta y quiere ser respetada. Sólo así seremos unos buenos habitantes del planeta.

      

Enlaces | El cabrón del perro | El mismo cabrón del gato | (si podéis, leer los comentarios)

Imágenes | Findelmaltratoanimal | Larocadebenet